Soñar, imaginarse en otro lugar, pensar en la arena cálida y el mar,... Esto es lo que nos haría realmente felices según científicos que realizaron un estudio en Holanda. El estudio publicado en la revista Applied Research in Quality of Life anuncia que el pico de "gran felicidad" es mayor antes de las vacaciones.
Esta felicidad de anticipación se produciría incluso hasta ocho semanas antes de la partida. Qué ser feliz muy a menudo si calculamos el número de vacaciones y el número de semanas felices antes.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos entrevistaron a 1.500 personas, incluidos más de 900 turistas. Su dosis de felicidad era cuantiosa antes de irse ya que al escaparse mentalmente, la dopamina -molécula que es fuente de bienestar- aumenta para brindar una verdadera sensación de alegría.
Esperar las vacaciones es, por lo tanto, precioso, te permite imaginar momentos de ocio, planificar con anticipación, planificar con placer, todo poco a poco para hacer que la felicidad dure hasta la fecha de partida. Una vez de vacaciones, por supuesto que somos felices, pero no de la misma manera. En cuanto a la vuelta, ya sean vacaciones largas o cortas, el estudio demuestra que el sentimiento de felicidad es el mismo.
Conclusión: para ser permanentemente feliz, hay que irse de vacaciones por períodos cortos de tiempo para sentir alegría durante ocho semanas mientras se espera el Día D. Luego se va de vacaciones, luego se vuelve a empezar nada más regresar, esperando y anticipando otras ocho semanas. ¡Un buen plan, en definitiva!